¡Qué razón tiene Vargas LLosa!
La lectura es una puerta a los sueños y una ventana al universo.
Yo también podría decir- y estoy seguro de que también muchos de los aquí presentes - que la experiencia de la lectura es una de las cosas más maravillosas que me han ocurrido.
Y el amor a la lectura no lo adquirí leyendo sino- como casi todos los niños- escuchando.
Porque antes de aprender a leer, mis padres ya me leían y, a través de su voces queridas , pude viajar por mundos de fantasía y aprender lecciones y valores que aún llevo conmigo.
Porque leer es mucho más que decodificar e identificar letras.
Se comienza a leer desde muy pequeño, y no sólo se leen los libros , sino también imágenes, voces y objetos del entorno que el niño comienza a incorporar en su mente.
Los niños se sienten arrullados , cobijados , por la voz de un adulto que les lee al pie de la cuna o de su cama, y por eso leer a un niño es- sobre todo- un acto de amor, un vínculo entre el lector y su pequeño oyente que transmite seguridad, protección y afecto.
Hoy sabemos que leer a los niños desde los años más tempranos evita una infinidad de problemas de lectura en el futuro, y proporciona habilidades para concentrarse y relajarse.
Por el contrario, aquellos pequeños a los que no se les habla, canta o lee con regularidad desde la más tierna infancia, tienen muchas más dificultades en la escuela- en especial para aprender a leer- y terminan viendo en la lectura un obstáculo en lugar de lo que es: un inmenso placer.
Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el Encuentro Internacional de Formación de Lectores en la Primera Infancia. Bogotá, 20 de Marzo de 2012.